IMAGO Micropaisajismo


Puede definirse al paisajismo como una técnica de diseño integral de espacios verdes, a través de la planificación, diseño y conservación de los elementos que los componen. Espacios, justamente, en los que conviven exponentes del reino vegetal, mineral y animal en perfecto equilibrio, al igual que ocurre en la naturaleza.

Hoy Lucas Pollini, biólogo y docente, nos abre la puerta a un mundo en miniatura que replica al detalle lo anteriormente descripto: ambientes a escala donde un ecosistema demuestra que también puede desarrollarse sin ningún inconveniente.

Más allá de su formación, este emprendedor del barrio porteño de Villa Pueyrredón se muestra apasionado desde que tiene uso de razón por cualquier actividad que lo vincule a lo natural. Ama el buceo, el treking de montaña y los viajes a entornos vírgenes como selvas, bosques, desiertos y costas. Fue impulsado por esa pasión que comenzó a desarrollar esta actividad paralela, cuyos protagonistas principales son el agua, las plantas, los insectos y los peces.

Todo comenzó en 2012, con los acuarios. En uno de esos trabajos imprescindibles para el mantenimiento descubrió que si dejaba el proceso por la mitad, la pecera también podía conservar una estética atrayente. Probó entonces mantener todo en ese estado, permitiéndole a las plantas acuáticas y terrestres evolucionar libremente. Así nació el primer paludario; una combinación entre lo que sería un acuario y un terrario donde organismos vivos de diversa índole cohabitan desarrollándose de forma independiente, sin necesidad de agregados artificiales (o con la menor cantidad posible de ellos).

Al consultarle sobre por qué Imago, nos cuenta que el nombre surgió en su mente allá por sus 20 años. El término en sí se refiere al estadio adulto al que llega un insecto una vez que alcanza la adultez (el ejemplo típico que viene a la mente para ilustrar la idea es el de la metamorfosis que sufre la oruga para llegar a convertirse en mariposa, aunque si uno busca encontrará muchos otros con menos prensa pero igual de interesantes). Imago también se asocia (y mucho) con la palabra "imagen", en este caso, la relativa a lo que abarca esa ciencia que el se dedicó a estudiar.

El proyecto se pensó en principio por el lado de la docencia: la idea era armar a través de algo completamente diferente un original método para transmitir conciencia ambiental, posibilitando a la gente acercarse a la naturaleza, brindando los conocimientos necesarios como para que el interesado pudiese conocer estas obras de arte vivas, crearlas y aprender a mantenerlas.

Hoy en día en la página (https://www.imagomicropaisajismo.com/) se ofrecen 4 tipos de productos:

  • Paludarios (los acuaterrarios de los que hablamos más arriba).
  • Musgarios cerrados, que conservan la humedad (algún ojo no entrenado podría confundirlos con un terrario pero, como su nombre indica, se diferencian de éstos fundamentalmente por la mayor proliferación de musgo y pequeñas plantas).
  • Vivarios: básicamente paludarios sin el componente acuático (algo así como un terrario cerrado onda selva, rebosante de humedad).
  • Acuarios, que a diferencia de los tradicionales presentan un ecosistema más estable y natural. En este caso sí es posible armar algo mas a gusto del interesado; si alguien quiere un ambiente especifico se puede hacer, considerando siempre el hábitat conveniente para cada tipo de pez.

También puede agregarse un quinto producto, denominado Wabi-Kusa, un término acuñado por los japoneses para definir cómo a través de la imperfección y lo incompleto se puede obtener de igual manera a algo hermoso. En ese caso, el concepto es dirigido también hacia el ámbito que nos compete: partiendo otra vez desde el agua y las plantas acuáticas, arribamos a un resultado delicado y vistoso donde las protagonistas principales son éstas últimas, en su estado emergido.

El tiempo que lleva cada trabajo varía. Montarlo implica una tarea relativamente simple, pero es la punta del iceberg. Detrás hay todo un trabajo artesanal, de estudio y de cuidado para saber qué especies pueden interactuar con cuáles. La crianza y reproducción de musgos por ejemplo tarda al menos 1 año. Rocas y raíces pueden provenir de otras partes de Argentina y del mundo. Por eso a la crianza y al cuidado de vegetales y animales hay que agregarle el componente no menor de la logística. Y ni hablar del dedicado trabajo de diseño artístico de cada ambiente.

Lucas asegura que sus viajes fueron el factor principal que catapultó su inspiración. "Si no se conoce a la naturaleza, difícil recrearla", dice. Y tiene razón. Fundamental para no llegar al resultado de ese diseño "forzado" que se ve en gran cantidad de terrarios, donde un cactus tal vez se encuentra junto a un potus. Algo imposible de hallar en un entorno natural real.