GET SMART AGAIN!

Año: 1989

Dentro del mundo civilizado es prácticamente imposible que una persona de mediana o avanzada edad no sepa quién fue el Superagente 86. La inolvidable pareja compuesta por Don Adams y Barbara Feldon protagonizó esta serie que arrancó en 1965 y se extendió en el aire durante 5 temporadas, quedando para siempre en el recuerdo del público por su original contenido y brillantes actuaciones. Y aunque con posterioridad la historia dé cuenta de proyectos vinculados donde hubo más fallidos que aciertos, aun hoy permanece vigente, como todo buen clásico.

La trama giraba en torno a las aventuras Maxwell Smart, el agente secreto más importante de la organización secreta de CONTROL, que luchaba desde las sombras contra su némesis, KAOS, cuyos despiadados integrantes no cesaban en su intento de dominar el mundo y acabar con quien osase interponerse en su camino. Junto con la simpática y paciente 99, Max era el principal responsable de llevar a cabo la ardua tarea. Y siempre lograba alcanzar su objetivo, a pesar de su torpeza.

Se podría decir que Mel Brooks fue el padre de la criatura ideando personajes, gags e inventos tan disparatados como el genial Cono del Silencio o el Zapatófono, pero la realidad es que para que un proyecto se materialice en éxito es imprescindible que los actores interpreten fielmente la idea del director y aporten un sello personal que agregue valor, cosa que aquí ocurrió. Porque mas allá de ese dueto increíble mencionado al principio, quienes encarnaron al Jefe, a Larabee, a Siegfried, al robot Hymie (por estas tierras conocido como "Jaime"), al Agente 13 y a tantos otros cumplieron con creces con lo suyo...

Decíamos antes que tras la finalización del programa hubo otros proyectos vinculados. Por el lado de los fallidos cabe mencionar la primera película, The Nude Bomb de 1980, y un reebot de la serie en el año ´95 que duró lo que un suspiro. Y dentro del grupo de los aciertos, el segundo largometraje (Get Smart, Again! de 1989) y la fiel versión de 2008 protagonizada por Steve Carell y Anne Hathaway.

Hoy nos vamos a centrar en el análisis de ese film de finales de los ´80, que a diferencia de su antecesor recuperó a gran parte del reparto original y la esencia del programa que llevó al 86 a la fama.

Ante la amenaza que representa para el mundo el hecho de que KAOS se haya apoderado de una maquina que controla el clima, La Agencia de Inteligencia de los Estados Unidos decide contactar al único agente que consideran con la experiencia suficiente como para abortar sus maléficos planes.

CONTROL fue desmantelada hace tiempo, pero Max reunirá a su viejo equipo para acabar con el proyecto del enemigo.

Los guiños al humor de la serie arrancan desde el principio, con el desastre que se produce en pleno funeral al atender el protagonista el llamado de la Agencia y la clásica presentación, ingresando el agente al cuartel secreto (ahora abandonado) tras atravesar las 5 puertas de seguridad y tras el discado de la clave en la cabina telefónica.

Otros momentos hilarantes se dan al reclutar a Larabee y a Jaime. Al primero, eternamente despistado, se lo encuentra aun en el cuartel regando las plantas, cumpliendo la orden del Jefe de permanecer en su puesto aunque CONTROL hubiese cesado de operar 20 años atrás. Y al robot trabajando de crash test dummie (esos muñecos que se utilizan como pruebas de seguridad de automóviles). El Agente 13 por su parte continúa apareciendo en los lugares más inverosímiles y la 99, a pesar de ser ajena a todo lo que sucede a su alrededor durante la mayor parte de la trama, hace como siempre su aporte. El gran Bernie Kopell también, volviendo a encarnar una vez mas a Conrad Sigfried, uno de esos villanos que a pesar de ser lo que son el público termina adorando.

En síntesis: un film más que recomendable que hará a los fans de la serie pasar un buen rato, volviéndolos a poner en contacto con lo que fue su esencia y sus queridos protagonistas. Aclaramos que, a pesar de no considerarla una película clásica, la incluimos en el podio como un homenaje a lo que la antecedió, que sin lugar a dudas sí se supo ganar el mote de tal. Y lo será para siempre.