Ferroclub Argentino 

CDP Escalada 

Llega el fin de semana. Querés aprovechar el día y conocer un lugar distinto pero no sabés adonde ir.

Buscando propuestas originales, tras algo de esfuerzo y mucha paciencia aparece información sobre un gran predio en el sur del conurbano vinculado a los trenes. ¿Trenes? Sí. Y no se trata solo de un museo.

Así nos enteramos de la existencia de una asociación civil que nuclea a todas aquellas personas que hacen de la pasión del ferrocarril su denominador común. Un club cuyos miembros se dedican a través de una labor voluntaria a preservar y difundir la historia sobre un medio de transporte que supo tener su auge durante épocas mejores de nuestro país y hoy lamentablemente quedó relegado; "diezmado" alguno se animaría a decir...

Pero en silencio y por lo bajo, el Ferroclub Argentino desde 1972 intenta rescatar ese pasado, brindando un espacio de encuentro donde los socios comparten un hobbie que incluye desde el coleccionismo de algunas piezas, vehículos a escala y armado de maquetas hasta el arduo trabajo de restauración de potentes máquinas, su puesta en valor y exposición para el público en general.

El predio del que hablamos al principio es solo una de las sedes, denominadas "centros de preservación". Las hay también en otros puntos de Buenos Aires (Tolosa y Villa Lynch), aunque esta en particular es a nuestro humilde juicio la más pintoresca.

Cuenta con galpones enormes que albergan locomotoras y vagones restaurados en exposición. También hay otro que oficia de restaurante / cafetería para el visitante, un pequeño museo y hasta un trencito artesanal de trocha angosta impulsado por una locomotora a vapor que lleva a sus pasajeros a recorrer buena parte del predio en un viaje muy particular. En la página de Facebook del la sede del club (https://www.facebook.com/FerroclubEscalada) hay un video interesante sobre la historia de este peculiar medio de transporte de y su creador, Roger Davies (vecino de la zona de orígenes galeses que también cuenta en su haber con el diseño de la versión actual del "Tren del Fin del Mundo", ícono turístico de la austral ciudad de Ushuaia, en Tierra del Fuego).

En síntesis: un paseo accesible y altamente recomendable para toda la familia, pero haciendo especial hincapié en los chicos, que quedarán encantados tras vivenciar la experiencia.